Además del caso de Sebastián -el niño de tres años con cáncer al que le extirparon por error un riñón sano-, el útimo mes salieron a la luz al menos 10 denuncias de Negligencia Medica
Además de caso de Sebastián -el niño de tres años con cáncer al que le extirparon por error un riñón sano-, el útimo mes salieron a la luz al menos 10 denuncias de negligencia o mala praxis de los galenos.
Abigail Gonzales tenía 23 años y estudiaba Contaduría Pública en la Universidad Técnica de Oruro (UTO). En agosto, fue intervenida en dos ocasiones por problemas de la vesícula. Falleció después de la segunda operación debido a una infección generalizada.
En la autopsia se constató que habían dejado gasas al interior de su cuerpo. La familia de Abigail inició una demanda por homicidio culposo contra los médicos cubanos que atendieron a la joven. El Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Oruro instruyó una auditoría médica.
En Sucre, el 22 de agosto, Flavia Condori dio a luz a una niña quien nació con serios problemas debido -según la madre- a falta de atención en el Hospital Universitario. La denuncia por negligencia médica, presentada el 8 de septiembre, es investigada por el Ministerio Público.
“Los médicos indicaban sufrimiento fetal. La tuvieron dos días a la mamá sin hacer el protocolo para una cesárea de emergencia. La niña pudo haber nacido sanita”, declaró la asambleísta departamental Sandra Siñani.
En Cochabamba impactó el caso de Richard Arias, quien se sometió a una cirugía por un tumor benigno en el maxilar y terminó en estado vegetal. Hace cinco meses no despierta.
La explicación que recibió su familia es que Arias sufrió un paro cardiaco cuando se encontraba en la unidad de Terapia Intensiva de la clínica Los Ángeles, lo que le originó una hipoxia y la consiguiente muerte cerebral. Su esposa presentó la denuncia por mala praxis al SEDES y a la Fiscalía. Mientras, el cuerpo de Richard se deteriora rápidamente.
En la ciudad de Yacuiba, el 21 de agosto una niña de 12 años fue intervenida por apendicitis y acabó con muerte cerebral. La pequeña permanece hoy internada en un hospital de Santa Cruz y su familia ha interpuesto una demanda por mala praxis contra dos galenos -un cirujano y un anestesista- que fueron inicialmente detenidos y luego liberados.
“¿Qué medicamento le han puesto a mi hija para dejarle en ese estado?”, reclamó la madre la semana pasada ante medios estatales.
“A pesar de la información que se le ha presentado al juez, él ha determinado que no era suficiente prueba para meterlos presos a los médicos y ellos, están felices”, añadió.
A finales de julio, Katerine Habegger perdió la vida a raíz de un cuadro de septicemia que se produjo por la extracción de tres muelas, en el Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Santa Cruz. Katerine tenía 23 años y era madre de dos niñas.